martes, 13 de septiembre de 2011

Cada día - Chupito literario #1


Cada día, cómo víctima de una maldición,
despierto rodeado de un paisaje desolador.
Cada día cuesta más encontrar entre estas ruinas
algún resto de lo que algún día fue mi vida.
Y me vuelvo a arrastrar y le vuelvo a rogar al tiempo
que me devuelva mis días y mis noches, que son míos.
Y cada día es más difícil encontrar un hueco
en los muros de la realidad en los que estoy preso.
Cada día me pregunto, si mi vida se muere,
¿Cómo llamar al tiempo que a partir de ahora quede?
Y otra vez el miedo me busca y me encuentra y me advierte
que no hallaré ya una salida por más que lo intente.
Los días son muy largos y las noches son muy cortas,
de día la culpa me acosa, de noche me atrapa.
Algún día entenderé que el sentido de mi vida
es no sentir, no ser, desprenderme por fin de ella.
moumell

viernes, 9 de septiembre de 2011

A veces más es menos


Sé que en estos tiempos, pararse unos minutos a pensar con cierta perspectiva temporal dónde estamos y a dónde nos dirigimos es algo muy difícil. A veces imposible.

Vivimos a un ritmo tan alto, que lo que la semana pasada era noticia, hoy ya forma parte del pasado más lejano. Ni nos acordamos. Estamos en la era del AHORA. No hay tiempo para nada más.

Esta es la gran enfermedad de nuestra sociedad actual. Somos una sociedad adicta a la inmediatez. Devoramos información irracionalmente. Ya no nos sirve recibir nuestra dosis de información al llegar a casa en el ordenador. Necesitamos acceder a ella en todo momento. En el metro, en el avión, en el autobús, en el baño,... Y al día siguiente ya no nos acordamos de nada. Lo de ayer ya es antiguo, ya es pasado.

Pero bajemos un momento del tren. Aunque sea para coger el siguiente, y pensar unos minutos en el andén sobre el viaje. De dónde venimos. A dónde vamos. Si vamos cómodos. Si vamos a un lugar mejor o peor del que salimos.

Pensemos entonces en el pasado, no muy lejano si queréis, pongamos hace 30 años.
No había internet, no había Smartphones ni tablets ni móviles. No había tanto en lo que consumir. Sólo había 2 canales de televisión.
La pregunta es: ¿eramos menos felices?
Aquí cada unos tendrá su opinión. Yo creo rotundamente que no. Y estoy seguro que hace 50 años, 100 años, 200 años tampoco.

Yo creo que en los últimos 30 años la sociedad ha enfermado gravemente. Y eso nos hace menos felices. El progreso tecnológico ha ido de la mano de un cambio en los valores que rigen la sociedad. Se han impuesto valores como la inmediatez, el consumismo, la competitividad más deshumanizada, la creación de riqueza a toda costa,...sobre otros como las relaciones humanas, la solidaridad, el humanismo, el sentido común,...
No en vano del millón de suicidios que se producen actualmente en el mundo, a este ritmo según la OMS en 2020 serán 1.500.000.
Este cambio de valores ha provocado también que la depresión, el estrés, los trastornos de ansiedad y otras patologías mentales lleven camino de convertirse en una auténtica epidemia.

Por otra parte, el basar lo que llamamos progreso únicamente en generar riqueza, consumir más y más y alimentar al voraz monstruo que dirige los pasos de esta sociedad, que no es otro que el más radical de los capitalismos, nos está llevando a una velocidad de vértigo al colapso.
Ya estamos viendo últimamente que un sistema que deja de lado a las personas, que acaba sistemáticamente con el más débil y que por su propia naturaleza no se detiene ante nada ni ante nadie con tal de obtener beneficios, no se puede sostener mucho tiempo más.

Pero por lo menos que no nos engañen. Que no nos hagan pensar que somos cada vez más felices.
En el momento actual sólo hay que echar un vistazo a las cifras del paro, al endeudamiento hipotecario de las familias, al tiempo que tenemos para estar con nuestros hijos, al frenético ritmo de vida que llevamos y cómo nos afecta a la salud mental y cada uno que saque sus propias conclusiones.

Creo que está claro que + PROGRESO TECNOLÓGICO = + FELICIDAD no se cumple.

moumell