viernes, 26 de julio de 2013

Cada día más oscuro

Hoy me he despertado pronto. O eso creo.

Desde hace tiempo la mezcla de insomnio, pesadillas, estar medio dormido o estar medio despierto se entremezclan de tal manera que no es fácil saber cuánto he dormido ni cuándo me he despertado.

Por suerte no tenía nada que hacer, así que me he quedado en la cama.  No he tenido que estar con nadie fingiendo normalidad ni pasar por el enorme esfuerzo que me supone tener que salir de casa para algo:
Asearme, vestirme,  salir a la calle y cruzarme con gente feliz, con familias, con parejas,..., tener que hablar con alguien...
¡Qué infierno!

Un día más he podido continuar aislado del mundo normal,  encerrado en mi oscuridad,  sin nada más que hacer que dar vueltas en la cama y escuchar a mis pensamientos.Aunque duelen. Duelen mucho.
Es diferente del dolor físico,  pero es un dolor que te hace llorar como nunca has llorado. La angustia hay momentos que te ahoga. No da tregua. Deseas dormir todo el rato para no sentirlo. Pero no puedes.

Así que intentas lo que sea para dejar de sentir. Cada vez te funcionan menos cosas. Antes te distraía la tele, una peli, un libro, música... Todo eso ya no te vale para nada. Simplemente no te hace sentir nada. Ni siquiera eres capaz de concentrarte.

Ansiolíticos,  somníferos, alcohol, cocaína. ..
Son más eficaces, realmente consigues dejar de sentir. Es como morir estando vivo, algo que realmente te viene fenomenal.

Pero también sabes que cuando se acaba es mucho peor, la oscuridad se multiplica en tu cabeza y el dolor es mayor que nunca.

Sabes de memoria lo que tienes que hacer para ir saliendo del pozo. Te lo repiten tu psicóloga,  tu madre, tu hermana, los pocos amigos con los que todabia hablas muy de vez en cuando, las páginas web de psicología...
Pero no puedo.
No puedo.

Se que la gente sale, que hay que esforzarse,  que tengo mucha vida por delante,  que puedo ser feliz,  que hay muchísimas cosas que hacer.
Pero cuando miro por la ventana veo un mundo que no es para mí. Me considero una persona demasiado débil,  inmadura, sin personalidad, insegura y cobarde como para formar parte de ese mundo. Simplemente no soy capaz de ser una persona normal.

Está claro para mi que no pertenezco al mundo de las personas normales. Trabajar,  tener una familia y hacerla feliz, tener pareja, comportarse en todo momento como es debido...Yo nunca he podido ser así,  a pesar de que nunca he querido nada más que eso.

Así que sé que la gente sale, que se puede, pero empiezo a pensar que yo no tengo remedio. Y me da una verguenza enorme decir esto. Sé que mucha gente no me entiende,  cree que si estoy así es porque quiero o por no poner un poco de mi parte.

Si fuese verdad que yo también puedo salir,  hacer una vida normal, ser feliz,  entonces quizás es que en el fondo no quiero. Porque a día de hoy yo no veo la manera.

A veces tengo un día mejor, me siento más optimista, animado, hago planes, se los cuento a mi madre...
Son días en los que tengo energía,  me siento bien físicamente,  de buen humor...
Pero al día siguiente o al otro o al otro se esconde la luz y otra vez todo es oscuro. Y los planes que habías hecho se te antojan ridículos,  utopías.
Así que considero esos días irreales. Espejismos. Una falsa sensación de energía y positivismo que como viene se va. Al final no arreglan nada. No cambian nada. No valen para nada.

Y así pasan los días. 

Me pregunto qué quiero que pase, qué quiero hacer, y no sé contestarme.
Bueno sí, pero lo único que sé que quiero ya es imposible. La única cosa que al imaginarla o soñarla me genera una sensación de felicidad es estar con ellas, ser una familia y querernos, cuidarnos y compartirlo todo los 3. No salgo de ahí.  Y se que eso ya no es posible.

También pienso en quitarme la vida y terminar de golpe con todo. No más dolor, no más miedo, no más remordimientos...
Pero lo que supondría eso para mi familia hace que no me lo plantee a día de hoy.

Otra vuelta en la cama, me tapo con la almohada, cierro los ojos y rezo para que nadie me llame ni me proponga hacer nada hasta que consiga dormirme.

Y sobrevivir al día de hoy. Mañana no existe.

moumell